martes, 26 de enero de 2010

Susana Fortes en el Centro de EPA

El día 28 de enero de 2010, jueves, a las cinco y media de la tarde, visitará el Centro de Educación Permanente de Cella, dentro del Programa de Animación a la Lectura, para debatir sobre su obra literaria con los participantes del Centro de EPA. Aunque se tratarán temas de todas sus obras se ha optado por trabajar con la obra Esperando a Robert Capa.
Susana Fortes es licenciada en Geografía e Historia por la Universidad de Santiago de Compostela y en Historia de América por la Universidad de Barcelona. En 2001 se dedicó a la docencia de español en Luisiana (Estados Unidos) y a impartir conferencias sobre literatura en la Universidad Interestatal de San Francisco. En la actualidad reside en Valencia. En 2003 fue finalista del Premio Planeta con El amante albanés. Hasta la fecha sus obras han sido traducidas al inglés, francés, italiano, ruso, portugués, holandés, griego, noruego, polaco y turco. Con su primera novela, Querido Corto Maltés, ganó en 1994 el Premio Nuevos Narradores. En 2001 fue finalista del Premio Primavera, convocado por la editorial Espasa. Fronteras de arena, Las cenizas de la Bounty, Tiernos y traidores, Adiós, muñeca, El azar de Laura Ulloa y Quattrocento se han convertido en éxito de ventas. Con Esperando a Robert Capa obtuvo, el año pasado (2009), el Premio de Novela Fernando Lara.
Premio Fernando Lara de Novela 2009
Susana Fortes obtuvo el Premio Fernando Lara de Novela 2009 con el libro Esperando a Robert Capa, título provisional para una historia de relaciones humanas que se desarrolla entre Francia y España durante los años de la Guerra Civil.
La novela cuenta la peripecia de una chica judía y uno de los fotógrafos que trataron de que el mundo supiera lo que ocurría durante la contienda española.
El fallo se conoció el 15 de mayo en Sevilla, durante la tradicional cena que la Fundación José Manuel Lara y la editorial Planeta organizaron en el Real Alcázar. El galardón, uno de los más cuantiosos en el mundo editorial español, está dotado con 120.200 euros. Fortes, cinéfila confesa, presentó su novela con el título Flores de magnesio y bajo el seudónimo de Victor Laszlo, el nombre del jefe de la resistencia antinazi en la inolvidable película Casablanca.
El jurado, del que formaron parte Ángeles Caso y Juan Eslava Galán -ambos galardonados en anteriores ediciones de este premio-, seleccionó la obra de la escritora gallega entre las 208 presentadas, de las cuales 96 son de procedencia española. Además de 21 obras enviadas desde América, en esta 14ª edición del premio una de las novelas presentadas ha llegado desde Vietnam. Fernando G. Delgado y Antonio Prieto han formado también parte del jurado que seleccionó la obra ganadora entre diez títulos, la mayoría firmados con seudónimos.
La historia, la novela negra y, por supuesto, el cine están en la base de las siete novelas escritas por Susana Fortes desde que, en 1994, publicó Querido Corto Maltés.
Sobre Esperando a Robert Capa
Crearon su propia leyenda y fueron fieles a ella.
París, 1935. Escritores, pintores, poetas, fotógrafos… se mezclan en las calles y en los cafés de la Rive Gauche con miles de refugiados que llegan huyendo del nazismo. Entre ellos, dos jóvenes judíos. Ella, alemana de origen polaco, orgullosa, disciplinada y audaz. Él, húngaro, un superviviente nato que intenta como puede hacerse un hueco en el mundo de la fotografía. En apenas un año, el estallido de la guerra civil española los convertirá en dos de los mejores reporteros de guerra de todos los tiempos: Robert Capa y Gerda Taro. El amor, la guerra y la fotografía marcaron sus vidas. Eran jóvenes, antifascistas, guapos y asilvestrados. Lo tenían todo. Y lo arriesgaron todo. Crearon su propia leyenda y fueron fieles a ella hasta sus últimas consecuencias.El fotógrafo de guerra húngaro Ernest Andrei Friedmann se puso de nombre artístico Robert Capa para aumentar su caché con la noción de que era norteamericano, tras conocer a su colega Gerda Taro, cuyo verdadero nombre era Gerta Pohorylle. Juntos dieron cobertura a la Guerra Civil Española. Durante la contienda, Taro falleció a los veintiséis años, arrollada por un tanque. La alemana fue la primera corresponsal de guerra que moría desempeñando su trabajo.

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